Cuando la ansiedad muestra una de sus facetas mas terribles:

Los ataques de pánico.

Llamó el papa de Humberto para decirme que su hijo necesitaba urgentemente una cita con el psicólogo, ya que se encontraba muy mal.

Humberto llegó sumamente puntual a la cita, es un muchacho serio, de mirada triste y taciturna, me reporta el hecho de que ha sufrido varios ataques de pánico, dejó de ir a la universidad, no sale de su casa y en general siente un gran temor de sufrir otros ataques de pánico pues siente como si se fuera a morir.

Durante un ataque de pánico es común que se acelere el ritmo cardiaco (taquicardia), se puede sentir que hay problemas para respirar, mareo, sudoración, sensación en el pecho, miedo intenso, angustia, pánico, sientes que en cualquier momento te vas a desmayar o morir.

Ya lo llevaron con el médico, con el cardiólogo, y con el neurólogo, ninguno de ellos reporta anomalía alguna en Humberto. Le han recetado ansiolíticos, pero el neurólogo le recomendó acudir a un psicólogo.

Conforme vamos platicando, Humberto me va revelando que el es gay, pero que nunca ha tenido relaciones sexuales, pues tiene mucho miedo de contagiarse de VIH, además siente culpa de su orientación sexual, pues lo considera enfermo y pecaminoso. Por otra parte me habla de una relación conflictiva con sus padres en la que trata de darles gusto en todo lo que le piden, a costa de sus opiniones, deseos e intereses.

Humberto vive con un gran estrés en su vida, cursa una licenciatura que le es muy compleja, asiste a actividades de su iglesia y forma parte importante de su equipo de deportes al mismo tiempo, prácticamente no dispone de tiempo libre para descanso y esparcimiento. Humberto se siente solo, incomprendido, frustrado, exigido. Me cuenta que no es capaz de tomar una buena decisión.

En el proceso de terapia Humberto aprendió a aceptar su orientación sexual, habló con sus padres al respecto afrontando el conflicto que ello implicaba y atreviéndose a vivir como el necesitaba vivir, de una manera saludable y honesta, ante sí mismo.

También aprendió a poner límites a la exigencia de los demás y a su propia auto exigencia, para poder cumplir con lo que se proponía, entendiendo que no podía darle gusto a todo mundo. Esta historia contiene un conjunto de elementos comunes a muchas personas con problemas de ansiedad:

Muchas personas con problemas de ansiedad, tienden a sentirse muy presionados y no aceptados por el entorno, piensan que deben cumplir con lo que se les exige a costa de sus necesidades. Cuando esto sucede el ser se va presionando como una olla exprés, los primeros síntomas de la ansiedad son como el sonido del vapor por la válvula de desfogue de la olla, se van incrementando hasta el punto que es imposible continuar con esa presión, entonces es como si quitáramos la válvula y esa presión emerge como una vorágine de síntomas intensos y perturbadores.